Es la cuarta vez que le roban en menos de tres meses
Así lo cuenta Fabian Bravo, organizador de la iglesia y escuela dominical “Ministerio Eli- Ezer” del Barrio Sierras y Parques. Los ladrones rompieron el portón, se metieron por debajo y robaron una garrafa, ollas, cucharas, tazas que se utilizaban en el merendero, un espejo del baño de mujeres, herramientas de los albañiles, cemento y bolsas con mercaderías destinadas a los niños. Dado el incidente más de 30 pequeños no están recibiendo el desayuno porque el lugar no cuenta con una garrafa.
Fabian Bravo, organizador de la iglesia y escuela dominical “Ministerio Eli- Ezer” de Barrio Sierras y Parques contó a Noticias Jesús María que es el cuarto robo en menos de tres meses.
Se trata de un espacio en el que un grupo de personas llevan adelante actividades que contienen a jóvenes con consumo de drogas, organizan juegos, ponen en práctica la biblia y ofrecen desayunos para niños y niñas del barrio.
El lugar cuenta con un merendero en construcción que brinda 30 desayunos diarios a pequeños con carencias. Hace menos de 15 días, los ladrones se metieron al lugar rompiendo el portón y se robaron una garrafa, ollas, cucharas, tazas que se utilizaban en el merendero y un espejo del baño de mujeres.
La iglesia se está ampliando para destinar un espacio al merendero, por lo que también se llevaron herramientas de los albañiles, cemento y bolsas con mercaderías destinada a los niños.
Soledad, participante del área de los jóvenes, reveló que dado el incidente más de 30 niños actualmente no están recibiendo el desayuno porque no tienen garrafa.
Anteriormente entre los tres robos previos los malvivientes habían robado un ventiluz, reflectores, una máquina de hormigón y otras herramientas de construcción.
Fabian devastado por la situación habló al respecto:
“Estamos todos locos, esto pasa en un abrir y cerrar de ojos. A lo que voy… ¿Nadie va a ver nada?. Se siente vulnerable toda la gente y creo que las personas no quieren opinar por miedo”, expresó.
El organizador padece de un estado de salud que lo obliga viajar a Córdoba mensualmente a rutinarios controles. Entre esas ausencias es que los delincuentes han entrado cuatro veces. Tal como describió el hombre , la cuadra está abandonada y tiene poca iluminación.
“La impotencia más grande es que nadie diga che te están robando, si no queres dar la cara metete adentro y llama al 911”, concluyó Fabian.