Se presentó una imponente escultura artística en el ingreso de la ciudad
Anoche en el marco del aniversario 150 de la ciudad de Jesús María, se inauguró una imponente escultura en el ingreso de la ciudad. La magnífica obra fue realizada por el artista local César Rizzi y está emplazada en el acceso de Ruta 9 y Ameghino. La presentación se dio a la luz de 150 velas, con la intervención artística de Alejandra Vicari Ballet. La obra representa las raíces, el presente y el futuro de Jesús María.
Este miércoles a la noche, en el marco del aniversario 150 de la ciudad de Jesús María, se inauguró una imponente escultura en el ingreso de la ciudad. La obra fue creada por el artista César Rizzi y está ubicada en el acceso principal de Ruta 9 y calle Ameghino.
La obra del artista local simboliza la impronta de una ciudad que crece y avanza, considerada la “puerta del norte”. La estructura está acompañada de un gavión de piedra y acero con letras corpóreas que dan la bienvenida a Jesús María.
Las raíces jesuitas, la inmigración, el río, el campo, el ferrocarril, las fábricas, el emprendedurismo y el crecimiento de la ciudad, fueron algunos de los conceptos que el arte representó en la previa de los 150 años de la ciudad.
“Esto no es un acto formal. Esto es disfrutar en comunidad. Lo que siempre me inquietaba era saber sobre nuestra identidad: una ciudad cosmopolita. Nuestros abuelos ya decidieron quedarse en Jesús María, quedarse es quererla y quererla es embellecerla”, fueron las palabras del intendente Luis Picat tras la inauguración.
Para comprender el significado de la obra artística, la estructura se compone de dos elementos importantes que interactúan entres sí: uno de líneas simples, de lenguaje rústico, que simboliza el pasado, con hierros unidos aleatoriamente que emulan la trama de los muros jesuitas; y el otro, de mayor tamaño, que materializa el crecimiento y la evolución con líneas rectas y futuristas, teniendo adosado un volumen de chapa oxidada que hace referencia a los contrafuertes jesuitas.
El artista ensambló materiales de distintos tamaños, unidas de tal manera que conforman un todo y representan lo que cada ciudadano aporta para la ciudad. La estructura tiene un reflector interior que emite un rayo de luz hacia arriba, simbolizando una Jesús María pujante.
La distancia entre los dos elementos es el presente: el lugar y el tiempo de hoy, donde las personas podrán circular, observar, proyectar y soñar. El entramado con chapas de colores está asociado a la actualidad.
Para la realización de la obra, Rizzi utilizó restos de materiales que habían sido desechados y los reutilizó para darle vida y significado a esta imponente escultura.
Al acto de presentación, se sumó el Ballet Alejandra Vicari, que desplegó una gran puesta en escena con bailarines y tenores que, a través de la danza y la música, recorrieron la historia de la ciudad desde sus orígenes mixturando con expresiones futuristas.
La cálida noche estuvo iluminada por 150 velas que permanecieron encendidas durante el acto, amenizando el espectáculo artístico.