Vandalismo, robo y desmonte en dos reservas naturales
El domingo, la Reserva Natural Parque del Oeste fue vandalizada por delincuentes que ingresaron a dañar la infraestructura pública, particularmente una casilla que funciona para los guardaparques. De allí robaron materiales y herramientas de trabajo esenciales. Paralelamente, desmontaron una hectárea de árboles nativos en la Reserva Natural de la Defensa Ascochinga (RNDA). La zona afectada se encuentra en zona roja de máxima protección ambiental.
Este lunes, el municipio informó sobre un hecho delictivo ocurrido en la Reserva Natural Parque del Oeste, siendo la segunda vez en el año que el espacio se enfrenta a una situación de vandalismo.
Delincuentes ingresaron a dañar la infraestructura pública, particularmente una casilla que funciona para los guardaparques. De allí robaron elementos esenciales que hacen a los materiales de trabajo de la reserva.
Se estima que el robo ocurrió el domingo a la mañana, cuando una de las guardaparques encontró el lugar revuelto con una ventana rota y la reja forcejeada. Los malvivientes se llevaron varias herramientas y materiales como serruchos, machetes, hachas, martillos, pinzas, clavos, pico, maderas, chapas, entre otros.
“Se ve que siempre hay gente que tiene otras intenciones”, refirió al hecho delictivo Marianela Piazzano, Secretaria de Educación y Desarrollo Humano de la Municipalidad de Jesús María.
A pesar de la situación de vandalismo, las actividades planificadas en la reserva seguirán manteniéndose en agenda. Por lo tanto las diferentes instituciones podrán participar de las actividades educativas planificadas por el área de cultura y ambiente que propone la ciudad.
“Se viene trabajando intensamente con las escuelas, la reserva se ha transformado en un aula a cielo abierto” refirió Piazzano.
Hecha la denuncia, el municipio apeló al compromiso de la comunidad para “respetar, valorar y cuidar” la reserva, espacio vital de Jesús María.
En paralelo, recientemente vecinos se preocuparon por la situación que atraviesa la Reserva Natural de la Defensa Ascochinga (RNDA).
En primer lugar, tal como habilitó la información Cristian Giorgis, responsable del Área de Comunicación de la La Brigada el Colibrí, la reserva tiene 10 años y aún no cuenta con un Plan de Gestión, ni con un manejo integral en la totalidad de sus hectáreas.
Frente a este contexto de vulnerabilidad, el martes pasado se encontró una zona de la reserva en situación de desmonte alarmante. La región afectada comprende la juntura entre el río Carapé y el río San Miguel, subiendo unos metros.
Delincuentes desmontaron una hectárea (1 ha) de árboles nativos adultos, con troncos de hasta 30 centímetros de diámetro aproximadamente. Los árboles fueron cortados con motosierra y apilados de a montones.
La zona desmontada forma parte de la Categoría I de Conservación del Bosque Nativo de la Ley de Ordenamiento Territorial, es decir que se encuentra en zona roja de máxima protección ambiental. Además que está a la vera de uno de los ríos más importantes de la cuenca.