Crearon una fábrica de inspiración y diseños únicos en Colonia Caroya

Ivana y Luciano se conocieron durante la pandemia y no sólo encontraron el amor. Descubrieron que compartían la misma pasión por la creación de objetos a partir de madera y hierro. El estilo vintage los define y así nació “Deco Industrial”, un emprendimiento que llevan adelante en “El Taller”, un verdadero oasis escondido en la ciudad.

En tiempos de pandemia, Ivana y Luciano se cruzaron a través de las redes, que era la única vía de contacto con el mundo.

Ella es docente y él trabaja como empleado para una firma multinacional vinculada al sector automotriz. Allí nació, no sólo una historia de amor, sino también el emprendimiento que hoy llevan adelante juntos como un verdadero equipo.

Noticias Jesús María visitó “El Taller”, un espacio de ensueño que fue construido por ambos “desde el piso hasta el techo”, cuidando cada uno de los detalles. Es en sí mismo una verdadera obra de arte.

Luciano aseguró que es un “taller de hobbies” en el que trabajan con maderas y “fierros viejos” que traen de nuevo a la vida en forma de objetos, lámparas, muebles y tantas otras cosas que son útiles para el hogar.

Ivana se aboca más a todo lo que tiene que ver con la madera, utilizando retazos que encuentra y cortes nuevos que van completando la idea de cada una de sus creaciones.

Cuidan hasta el más mínimo detalle de lo que hacen y eso le imprime a las piezas un estilo “deco industrial” que se conjuga a la perfección.

Luciano contó que ellos se encargaron de armar todo lo que hay en el taller y cada cosa fue pensada y buscada, sin dejar nada al azar. “Buscamos piezas particularmente especiales para que sea decorativo, acorde a lo que hacemos, quedó un lugar muy mágico, muy lindo, que disfrutamos mucho”, subrayó.

Si bien se dedican a actividades que nada tienen que ver con su emprendimiento, le dan mucha importancia a las terminaciones, los colores, los tratamientos y la calidad de lo que hacen.

Lámparas con engranajes, especieros con clavos viejos del ferrocarril, bancos con maderas que habían sido descartadas, percheros y un sinfín de productos integran este catálogo impresionante.

Luciano es totalmente autodidacta y su compañera hizo un curso de carpintería que le sirvió como base para llevar adelante cada una de sus obras. Casi todos los fines de semana trabajan para generar la producción que luego ofrecen en distintas ferias.

“En los seres humanos la creatividad está en todos, lo que sí, bueno, obviamente en cada uno se despierta a su manera, o no se despierta; yo dibujo, hago un montón de cosas que no las fui a aprender a ningún lado, me salieron solas”, cuenta él, que no deja de mirar a su compañera con una dulzura que emociona.

Los materiales van llegando de personas conocidas que se las alcanzan, o buscan en desarmaderos o chacaritas, donde encuentran diamantes en bruto que luego hacen brillar.

Pero El Taller no sólo es un ámbito de trabajo, sino también un lugar de encuentro con amigos y familia, donde disfrutan de hermosas veladas al aire libre. Eso también forma parte de este emprendimiento que subsume el amor, el compañerismo y la dedicación. Sin dudas, es una fábrica de inspiración.

Para contactarse con ellos pueden escribir al siguiente número: 3525 64-9728.

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