Cae el consumo interno de carne y crecen las exportaciones
La pérdida del poder adquisitivo, la inflación y la liberación de los precios en la hacienda y en el mostrador, han generado un menor consumo de carne. Mientras que las exportaciones vacunas crecen un 30% ante la liberación de restricciones, los argentinos comen pollo y cerdo.
Estos últimos meses, el consumo de carne vacuna disminuyó un poco más del 12%. La liberación de los precios golpeó el mostrador con un fuerte aumento en los montos de la hacienda.
Otro factor que contribuye al incremento de los precios en el mercado local, es que las exportaciones crecen a un rápido nivel. Las ventas externas representaron más del 30% en diciembre y alcanzaron cerca del 33% en enero.
Se estima que para este año, el consumo de carne disminuya mucho más por debajo de los 40 kilos anuales por persona. Esto se debe a causa de la caída del poder adquisitivo de las familias y el porcentaje de consumo.
En este sentido, Sergio Pedace, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), aseguró que “los precios van a ir subiendo”, acompañados de la inflación. Las familias deciden comprar mayoritariamente cerdo y pollo, que son alimentos más económicos.
Pedace detalló que el precio de la carne vacuna va a depender del valor del dólar, de la exportación, y de la cantidad de novillos que tenga la Argentina para poder exportar.
Los precios actuales de la carne rondan entre los 6.000 a 6.500 pesos, implicando una suba del 10% respecto a enero. En este sentido, el índice del mercado del novillo bovino registra un aumento de precios del 70% desde noviembre pasado.