Salvó la vida de “Aceituna” y al no encontrar gatas nodrizas aprendió a alimentarlo por su cuenta
Roxana Leiva aprendió una técnica de alimentación que logró salvar la vida de un gatito abandonado de menos de diez días. Luego de buscar incansablemente gatas nodrizas, el delicado estado del pequeño animal requirió de un cuidado personalizado. La mujer es testigo que el método “Jeringa de alimentación” puede salvar muchas vidas.
Roxana Leiva es una mujer de un corazón enorme que vive en Colonia Caroya junto a su hija Wanda Arce. Su gran familia está conformada por tres perros que encontró abandonados en una alcantarilla, un gato adoptado, otro gato que fue abandonado en su casa y un perro que rescató de la calle.
En un acto heroico, Roxana sumó un pequeño integrante más a su hogar y superó todas los obstáculos para mantenerlo con vida.
Cuando volvía de trabajar a plena luz del día, caminando sobre Avenida San Martín tropezó con una gata muerta y su hijo de menos de 10 días, moribundo con cortes en sus patas. La sorpresa de Roxana fue constatar que el gatito seguía con vida, por lo que decidió darle refugio en su casa y adoptarlo.
“Pensé que él estaba muerto. Mi sorpresa fue cuando empezó a llorar, lo agarre y pregunte si era de alguien o si podía ser de alguna casa y me lo traje porque no lo podía dejar ahí tirado”, relató la mujer.
Desde ese momento, Roxana comenzó a cuidar del pequeño animal y lo llamó “Aceituna”. Según relató fue un desafío alimentarlo y mantenerlo con vida.
Mediante una cadena de publicaciones comenzó a visibilizar una búsqueda de gatas nodrizas que pudieran alimentar al pequeño. Los días pasaban y logró contactarse con algunas personas de la ciudad de Córdoba y tres de Colonia Caroya.
No obstante, la distancia que implicaba sumado a las heridas que tenía el animal dificultaron la posibilidad de trasladarlo con una gata que lo pudiera alimentar.
Así fue como Roxana se enfrentó a otro dilema y tomó la decisión de convertirse en una especie de nodriza para alimentar a su animal. Con la colaboración de Andrea Vera, Sonia Ocaña, Lorena Farias y “Coqui” Lauret logró recibir recomendaciones de cómo hacerlo.
Con mucha paciencia, la mujer aprendió a alimentar a su mascota con una jeringa con leche maternizada para gatos a temperatura ambiente. La técnica consiste en colocar el objeto en la boca del animal y presionar lentamente para que dé pequeños sorbos. Para facilitar la deglución, tiene que levantar su cabeza suavemente y acariciarlo por el cuello.
Esta técnica permitió que Roxana pueda mantener con vida a su pequeño gatito. Hoy en día, el animal se encuentra recuperándose positivamente; sus heridas cicatrizan y su cuerpo reacciona felizmente.
Entre los motivos que llevaron a buscar miles de alternativas para mantener una pequeña vida a salvo, Roxana cuenta que considera que “todos somos iguales”, más allá de la especie.
” No puedo hacer como que no vi nada, pasar de largo y dejar el animalito tirado, sabiendo que se iba a morir. Merecen el mismo respeto que nosotros “, concluyó.
Muchas personas brindaron ayuda a este caso, aportando leche, jeringas y técnicas de alimentación para Aceituna.