“Dar es dar”: Una pareja con bajo presupuesto cocina viandas para personas indigentes
Luz Ponce y Axel Guzmán son una pareja de Jesús María que regalan viandas a personas en situación de calle. A pesar de contar con un ingreso “justo”, la familia separa parte de su sueldo para comprar alimentos y pagar un remis que los transporte hasta la terminal. Luego de trabajar ocho horas diarias, los jóvenes se “rotan” para cocinar y llevar viandas a personas necesitadas.
Luz Ponce y Axel Guzmán es una pareja que vive en la calle Igualdad del barrio Güemes de Jesús María. La joven con tan sólo 22 años junto a su novio de 26, preparan viandas de comida casera para personas indigentes.
A pesar de vivir en una condición socioeconómica ajustada, los jóvenes separan parte de su salario mínimo para comprar alimentos que destinan a personas en situación de calle.
En un acto de solidaridad pura, la pareja evidencia el refrán que recita que “las personas que menos tienen son las que más dan”.
El clic solidario resonó cuando volvían de un supermercado, con los alimentos justos para llegar a fin de mes. Camino a su hogar, vieron que una señora mayor se encontraba a la intemperie en situación de calle.
Automáticamente, la pareja se miró a los ojos, y ambos “pensaron” lo mismo: ¿Habrá comido?. Así es que surgió la idea de preparar viandas para personas necesitadas que dejaron sus vidas en manos de la calle.
Al comienzo, no conocían la cantidad de personas indigentes que había en la ciudad. Sin embargo, se fueron haciendo conocidos en el boca en boca de las personas de la calle.
Luz, además se encargó de utilizar las redes sociales, para preguntar si había más gente desolada en otros paraderos de la ciudad.
“No sabíamos si había más gente. Necesitábamos saber para hacer más viandas y comprar comida en cantidad”, explicó Luz.
La primera vez que se dirigieron a la terminal para llevar comida, el gran corazón de los jóvenes, los llevó estar en medio de la noche buscando a desconocidos con una olla de comida entre sus manos y bollitos de pan para repartir.
La reacción fue instantánea, por lo que esa misma noche, 12 personas que se fueron acercando por una porción, se fueron a dormir con un plato de comida.
“Vamos comprando de a poquito, verduras, paquetes de fideos o pollo, porque no tenemos ingreso de más. Apenas cobramos una plata, separamos un poquito y con lo que vamos poniendo entre los dos llegamos a darle algo a ellos. No siempre tenemos pero lo necesario es ayudarlos”, aseguró Luz.
Los lugares en donde reparten las viandas son en la Terminal de Jesús María, en el Correo Argentino, en la Plaza San Martín y en algunas calles marginales del barrio Güemes.
Luz explicó que las personas en situación de calle van cambiando el lugar en el que duermen, dado que muchas veces son echados por quejas de vecinos.
A pesar de la bondad de la pareja, Luz contó que reciben muchas criticas por ayudar a “personas que tienen para las adicciones y no para comer”. Reveló que muchas personas se tomaron la molestia de enviar mensajes “de mal gusto” por ser solidarios con personas indigentes.
“La gente se queja con nosotros cuestionando porque le damos comida si ellos tienen para el vino. Mucha gente los critica, pero son humanos y no pueden dejar las adicciones de un día para el otro, salir del vicio es muy difícil. Yo ayudo de corazón cuando puedo y cuando me da el bolsillo”, manifestó Luz.
Ante las críticas, la pareja decidió no contar con la influencia ni la colaboración de terceros que intenten obstaculizar el fin de ayudar al otro. Lejos de criticar, tienen un objetivo claro, que es ayudar y “ponerse en el lugar del otro”.
“Ayudamos con lo que podemos sin la colaboración de nadie, de a poquito. A mi me genera paz porque a lo mejor no tenían para comer y pudieron recibir un poquito de amor, de cariño. Uno siempre necesita un aliento”, manifestó.
Luz y Axel trabajan ocho horas y tienen dos hijos a cargo. A pesar de llegar cansados del trabajo, muchas veces se rotan en la cocina y ponen manos a la obra para hacer la viandas y luego repartirlas en diferentes puntos de la ciudad.
“A veces, cuando se complica por el trabajo o por cuidar a los nenes del frío, la gente se encargan de ir a buscar las viandas a casa”, reveló Luz.
Con la llegada del invierno, la pareja está buscando donantes de ropa abrigada, frazadas, colchas o cualquier prenda que sirva para combatir el frio. En caso de que estén usadas, Luz se encarga de cocerlas y dejarla en condiciones óptimas para entregar a las personas.