Sangría Nevada: un invento de Jesús María que ya ofrece franquicias
Fue creada casi por casualidad y se convirtió en un clásico de las noches del Festival de Doma y Folklore. Ahora pretende ser un producto de “exportación” para todo el país.
A nadie se le ocurriría que mezclar vino tinto, limón, algo de soda y algunos otros ingredientes secretos, podría dar lugar a una bebida que ya está ofreciendo franquicias para todo el país.
Este es el caso de Sangría Nevada, una marca registrada del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, que nació casi por casualidad y gracias a la necesidad de una familia a la que hoy, les cambió la vida.
Don José Bustamante siempre fue un buscavida y a mediados de la década del 2000 comenzó a venir a hacer “unos manguitos” con distintos puestos callejeros durante las noches de color y coraje.
En el 2007, su hijo, que lleva el mismo nombre, lo acompañó para trabajar con él en un espacio que les daba la tradicional Parrilla “La Atamisqueña”.
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Don José había insistido en la posibilidad de usar dos viejas máquinas de jugo congelado que habían quedado de un bar que tenían frente a la Terminal de Córdoba, para hacer sangría, pero con un toque distintivo.
Hicieron muchas pruebas hasta que salió como querían y así llegaron a Jesús María, con aquellos dos aparatos que se iban a convertir en el puntapié inicial de una historia que ni siquiera imaginaban.
El público se vio inmediatamente atraído por ese extraño letrero que decía “Sangría Nevada” y, obviamente, todos querían probar.
Así comenzó a “viralizarse” entre la gente y ese año batieron récords de ventas. “No les daban las manos”, cuenta Rodrigo, nieto del creador de la bebida.
Así comenzaron a venir todos los años y le agregaron el Festival de Cosquín, donde también popularizaron la Nevada.
Recién en 2019 tomaron la decisión de instalar un bar fijo en Jesús María, a pesar de que estaban pasando por un momento económico muy complicado.
Consiguieron un local frente al Anfiteatro José Hernández y desde entonces están instalados allí. Rodrigo relató que tuvieron que salir a pedir plata prestada, pero no se arrepienten de haber tomado aquel riesgo.
Actualmente, la sangría nevada es el trago que más se vende en el bar –que se llama de la misma manera-. Obviamente que compraron máquinas industriales de mayor tamaño y hasta hacen distintas variables de este elixir criollo 2.0.
Es por eso que se animaron a comenzar con todo el trabajo que implica armar una franquicia y de esta manera poder llegar a todos los rincones de la Argentina. Para ello estuvieron trabajando más de un año con una empresa que los fue guiando y ahora quieren salir al mercado a ofrecerlas.
La idea es que los inversores puedan abrir bares “Sangría Nevada” y ellos serán los proveedores de la producción.
Rodrigo admitió que ya están teniendo consultas de distintas provincias, pero por el momento van a comenzar con Córdoba Capital y otras ciudades importantes del interior, ya que deben tener al menos unos 70 mil habitantes. Todavía no cuentan con la logística necesaria para llegar a lugares tan alejados.
La idea es que en el mediano plazo puedan estar en distintos rincones de la Argentina para que todos puedan disfrutar de esta receta con secretos que, por ahora, no están en condiciones de develar.