Tregua en La Granja: Concejales oficialistas aceptaron construir un espacio para la memoria
Un grupo de organizaciones que defienden los derechos humanos, solicitaron a las autoridades municipales la posibilidad de crear un sitio de la memoria. La polémica nació cuando los dirigentes oficialistas se negaron. Meses después, la comunidad logró que el proyecto sea aprobado por unanimidad. El nuevo espacio se construirá en Las Vertientes de La Granja.
Luego de poner palos en la rueda, finalmente el Concejo Deliberante de la Municipalidad de La Granja aprobó por unanimidad la creación del “Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos”.
Actualmente, la ordenanza declara que el nuevo espacio estará ubicado en Las Vertientes de La Granja. La superficie ocupa un total de 776 metros cuadrados y está ubicada en avenida Los Olmos, esquina el Baqueano.
Durante la sesión ordinaria, se agregó un nuevo artículo que establece que cualquier actividad o evento relacionado al motivo de la conmemoración, deberá estar previamente autorizado por el Departamento Ejecutivo Municipal.
“Estamos contentos de que este espacio exista en nuestra localidad y de esta manera recordar a las victimas del terrorismo de estado, para mantener viva la memoria y para que este proceso tan nefasto que tuvimos en nuestro país no vuelva a suceder”, explicó Candelaria, una de las concejales.
¿Cuál fue la polémica? ¿Porqué no aceptaron construir el espacio desde un principio?
Cerca del mes de febrero, vecinos y vecinas de la localidad presentaron al Departamento Ejecutivo, una nota en la que proponían la creación de tal espacio. Para ello, solicitaron una audiencia con el intendente Miguel Píttaro, de Juntos por el Cambio, con copia al Concejo Deliberante de la ciudad.
A pesar de que se trataba de una “necesidad de la comunidad”, en donde más de cien vecinos se habían adherido con firmas, la nota se trató solo en una reunión de comisión y quedó archivada.
El bloque oficialista se había negado a aceptar la construcción de dicho espacio, sin dejar un fundamento. Al ser desestimada, la nota no pasó a una sesión ordinaria, los concejales opositores no votaron y en ningún acta quedaron explicadas las razones por las que ciertos concejales se opusieron al proyecto.
La comunidad no se quedó de brazos cruzados y buscó respuestas. Las agrupaciones pidieron plantar un árbol como forma simbólica de recordar el aniversario del golpe, pero también les fue negado.
Días después, el Concejo Deliberante convocó a algunos referentes de las agrupaciones que estaban bregando por un sitio de la memoria en el pueblo, y les permitieron participar de una reunión de comisión.
A pesar del primer rechazo que tuvo la propuesta, la comunidad se mantuvo a favor del espacio con una presencia y constancia que logró la adhesión de diferentes organizaciones comunitarias y de derechos humanos a nivel provincial y local.
Así presentaron un proyecto de ordenanza con la misma propuesta y los bloques la aceptaron por unanimidad.
“Creo que es la manera para que la democracia siga viva y activa y que la comunidad se sienta parte de los procesos democráticos”, afirmó Candelaria.