Cordobeses Olímpicos: José “Maligno” Torres y el sueño cumplido de ser olímpico
Desde los catorce años, persigue el sueño de ser parte de un Juego y hoy vive su mejor presente. Maligno es hoy el rider de BMX más destacado de Argentina, y se encuentra en plena preparación para representar al país en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
La cita lo encuentra en la cúspide de su carrera, con un año 2023 que lo vio coronarse en los prestigios X Games de los Estados Unidos y donde consiguió la medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Santiago. En este 2024 volvió a repetir una gran actuación en los X Games, y terminó en tercer lugar.
Estamos muy contentos por tu clasificación a los Juegos. ¿Cómo estás viviendo este momento?
Estoy viviendo este momento con mucha intensidad, haber entrado a las Olimpiadas y recientemente llegado de lograr una medalla en los X Games. Es una locura, algo a lo que no estaba acostumbrado.
Me pone muy contento, me siento muy valorado, veo que me mencionan en todos lados, y eso está buenísimo por mi deporte y por mí también.
¿Cómo has vivido este ciclo Olímpico?
Desde que arrancó hasta ahora, siendo honesto, muy intenso. Hubo eventos muy importantes que hemos vivido, como los Juegos Odesur, los Panamericanos, la Copa del Mundo en China, los X Games y los preolímpicos.
Pasaron muchas cosas, muchas competencias, estamos trabajando hace muchos años para lograr estar dentro de las Olimpiadas. Cada vez que había un evento importante, no sé qué sucedía que me lesionaba y tenía que renegar y hacer magia antes de viajar. Obviamente, nadie se entera de eso, es algo que queda con vos y con tu equipo.
Me lesionaba y pasás por el dolor, la frustración, la rabia, la ansiedad con la que estás viviendo para ver si llegas a la competencia y al mismo tiempo sabes que no llegás en buenas condiciones. La verdad que me ha pasado mucho en estos últimos años, he arrastrado muchas lesiones. Aún así, creo que hemos tenido buenos resultados para merecer estar dentro de los Juegos Olímpicos.
Para Torres, participar en los Juegos Olímpicos es la culminación de años de arduo trabajo y sacrificio. Su preparación ha sido rigurosa, trabajando incansablemente en su técnica y condicionamiento físico para asegurar que esté en su mejor forma para la competencia.
Esos momentos difíciles antes de una competencia importante, como vos decís, viene la lesión ¿Cómo afrontaste eso?
Y es cierto que cada persona lo va a manejar diferente, yo siempre creo o creí que era bastante fuerte mentalmente, cada vez que tenía que pasar por lesiones, ya sea de rodilla, de hombro, de pómulo quebrado, de lo que sea, y estoy por ir a una competencia, me exigía muchísimo para tener un buen resultado, para que también te sigan apoyando a vos y a tu equipo para poder viajar. Entonces te ponés mucha presión encima. En esos momentos difíciles trato de ponerme en positivo y decirme que las cosas pasan por algo, que tengo que seguir, que lo mejor debe venir ahora.
Ahora que ya estás en este sueño, que ya estás en París, ¿Cómo pensás que lo vas a recibir? Ya que estás en tránsito para eso
Lo primero que me puso muy contento cuando ya dijeron que estábamos dentro de la Olimpiada era decir, bueno, todo el esfuerzo, todo el trabajo que hicimos, me pone muy feliz porque tengo a mi equipo que quiero que viva eso, incluso más que yo.
Por supuesto que yo también, pero bueno, ahora que ya estamos dentro, estamos muy contentos, pero también lo primero que dije fue: ¡Uh, soy atleta olímpico! Eso era algo que hace rato quería decirme, sentirme como un atleta olímpico. Me emociona.
Por más que hayamos estado en unos Juegos Panamericanos, por ejemplo, que es una puertita para tener una referencia de lo que puede llegar a ser un Juego Olímpico, así y todo creo que va a ser abismal la diferencia. Se trata de poder ir y ver a los mejores del planeta en cada deporte. Hoy en día entiendo por qué están ahí, porque son los mejores, arriesgaron, se sacrificaron y vivieron muchas cosas.
El talentoso cordobés, conocido por su impresionante habilidad y dedicación, se ha convertido en una figura emblemática dentro del BMX, un deporte que sigue ganando popularidad y reconocimiento a nivel mundial. Su estilo audaz y su capacidad para ejecutar trucos complejos con precisión lo han posicionado como uno de los mejores en su disciplina. Desde sus inicios en las pistas de su ciudad natal, hasta su participación en competencias internacionales, la trayectoria de Torres es un testimonio de su pasión por el BMX.
Vamos para atrás en el tiempo, ¿Cómo comenzaste en el BMX?
Como todo argentino yo creo que lo primero que hacemos es patear la pelota, lo estábamos haciendo relativamente bien, pero hubo un momento que fue medio de casualidad, fuimos a un parque, porque ya estaban los clubes de vacaciones y vimos una persona que saltó en bicicleta y nos causó mucha curiosidad y nos acercamos.
Obviamente te genera mucha adrenalina en ese momento y fue automático que queríamos probar eso. Fue muy rápido que decidimos dejar la pelota y seguir con la bicicleta, era como que nos gustaba la adrenalina que se generaba. Comenzamos como un hobby, apasionados.
Después, de un día para el otro, te planteas ¿Qué vamos a hacer con este deporte? Creí que teníamos la posibilidad de llegar a algo y nos sentamos en la mesa con mis viejos, les planteamos – con su hermano – que queríamos vivir de esto e intentarlo.
¿Cuál fue el momento en donde vos dijiste, voy por acá, voy bien?
Hay momentos en el que vos decís, ¿Por qué no seguí jugando fútbol? No me hubiera quebrado tanto o lesionado. Pasó en su momento porque no teníamos estas instalaciones (las del “Maligno Park”). Me ha pasado.
Más o menos a los 17 ó 18 años ya estábamos convirtiéndonos en profesionales aquí en Argentina. En ese momento ya nos sustentábamos solos con mi hermano, ganábamos dinero. Cuando salimos por primera vez afuera y nos fue muy bien, decidimos apostarle con todo y así fue que comenzó la aventura de esto.
¿Cuándo fue la primera salida importante, el primer logro deportivo? ¿Te acordás?
Fue cuando mi mamá terminó viviendo en Lima, Perú. Hacía muchos años que no la veíamos, estábamos acá en Córdoba.
Era el viaje de egresados, de bachiller, donde todos iban a Bariloche. Y nosotros dijimos que no. Guardemos esa plata y nos fuimos a visitar a mi vieja.
Estuvimos cuatro meses con ella, y allá sí había más parques que en Argentina en ese momento. Ahí fue el cambio. Cuando volvimos a Argentina dijimos “queremos ganar todo”, para que los patrocinadores también se fijen un poco en nosotros.
¿Dónde comenzaste acá en Córdoba? ¿En qué lugar? ¿Te acordás?
En el Parque de las Naciones. Hay rampitas, todas muy chiquitas, por supuesto. Cuando salías a competir, que tenías que irte de repente a Rosario, Buenos Aires o a Chile, ahí te tocaban las rampas de verdad. Ya no eran de un metro, eran rampas de verdad. Pero bueno, al no haber tenido quizás este tipo de instalaciones al principio, nosotros ganamos mucha seguridad, porque no te querías caer.
La clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo representa un hito personal para Torres, sino que también destaca la creciente importancia del BMX en el panorama deportivo argentino.
Esta disciplina, que combina velocidad, técnica y creatividad, ha capturado la imaginación de jóvenes atletas en todo el país, inspirándolos a perseguir sus sueños y a desafiar los límites de lo posible.
Cuando llegaron al Maligno Park, se sumó mucha gente. Ahora, obviamente es Olímpico el deporte, pero siempre estuvo de manera amateur en plazas o en otros lugares. ¿Ves que tiene otra fuerza?
Si, totalmente. Este parque realmente fue una locura increíble, es el parque más importante de Argentina, sin lugar a duda, y en toda Sudamérica. Hoy en día tenemos raiders de Bolivia, de Costa Rica, vienen de Ecuador e incluso se vienen a vivir acá para quedarse entrenando en Córdoba. Es mucha la diferencia que marcó este parque, hay mucha gente que está entrenando. Hoy en día la selección siempre concentra acá, han mandado a selecciones de afuera a que concentren acá.
¿Qué esperás para estos juegos?
Mi estrategia es no ir con muchas expectativas. Fue difícil clasificar porque no tenemos el mismo apoyo que las grandes potencias, pero ya estamos adentro y ahora me preparo de la mejor forma y voy a hacer lo mejor posible. Después me encomendo a Dios, pero obviamente voy a buscar una medalla. Es muy difícil, pero las posibilidades están y la ilusión también. Mo me imagino estar en un juego, compitiendo, si no supiera que puedo lograr una medalla.
Con la mirada puesta en París 2024, José Maligno Torres se prepara para dejar una marca indeleble en la historia del deporte argentino.
Su viaje hacia los Juegos Olímpicos denota su perseverancia, talento y la búsqueda inquebrantable de la excelencia, además de servir como un impulso para el desarrollo del deporte a nivel local, atrayendo a nuevos patrocinadores, fomentando el interés de los medios de comunicación y alentando a la próxima generación de riders a seguir sus pasos.