Dos doulas de la zona revelan su labor como guardianas de la maternidad

Ana Tafarrel e Ivana Mercado son dos mujeres abocadas a la maternidad, que crearon el proyecto “Ayni Doulas Acompañando”. Ambas se formaron como doulas y se podrían considerar pioneras de este servicio en la región. Su labor consiste en acompañar a madres que se encuentran en los procesos de embarazo, parto, puerperio y crianza. Para el mes de septiembre abrieron nuevas convocatorias.

Ana Tafarrel e Ivana Mercado son dos mujeres doulas que se fusionaron para crear un innovador proyecto llamado “Ayni Doulas Acompañando”, ubicado en el espacio NaSer (primer piso del edificio llamado “Sentidos” de la calle 11) en Colonia Caroya.

A pesar que solo se conocían de vista, “la vida misma” las unió, una vez que ambas se habían profesionalizado individualmente en el mundo de las doulas.

Ana es mamá e Ivana profesora especializada en yoga pre y pos natal, co-creadora del espacio NaSer. Ambas se capacitaron para convertirse en doulas y actualmente trabajan juntas.

La labor de una doula es ancestral, existe desde tiempos inmemorables cuando las mujeres se encontraban al servicio de la comunidad. Antiguamente, las parteras ejercían el oficio, pero al día de hoy, las doulas tienen un nuevo nombre ligado a un servicio de acompañamiento más específico, que implica tareas delimitadas.

Una dula, en palabras de Ana, es una mujer que se aboca al servicio y acompañamiento de personas que se encuentran transitando etapas como la gestación, el parto, el puerperio, las primeras etapas de crianza, y la lactancia (aunque estas últimas dos son vivencias que requieren atenciones más específicas).

Una doula camina al lado de la persona que se encuentra atravesando una “crisis vital”, proceso esencial en la vida de las personas que involucra la vida, el renacer, la maternidad y la paternidad.

Los beneficios de contar con mujeres que ofrecen un acompañamiento durante la maternidad generan grandes beneficios para la familia que lo experimenta.

Ivana explicó que muchas veces, durante estos ciclos, las madres se encuentran atravesando una “crisis normativa”, con etapas extremadamente vulnerables donde es esencial el acompañamiento y el apoyo genuino. Si bien, la familia es una gran sostén, es fundamental que una madre encuentre un auxilio fuera de este círculo.

Muchas veces “la maternidad está romantizada”, para romper con esta normativa, este espacio genera la confianza necesaria para que muchas madres puedan hablar sobre temas que socialmente “están mal vistos”. Las mujeres se sienten con la confianza y la fortaleza de “animarse a hablar” sobre temas que no habían mencionado antes, por miedo a ser juzgadas.

Además, las doulas reúnen a mujeres que forman una sólida red a la que llaman “el tesoro de ser comadres”, refiriendo a los vínculos que son producto de las rondas.

Una madre deja de sentirse sola, se empodera de esta etapa de la vida y forma vínculos con otras mujeres que atraviesan por las mismas experiencias.

El proyecto Ayni Doulas Acompañando ofrece dos servicios; la ronda Semilla destinada a las mujeres que transitan el embarazo y otro para madres con sus hijos de dos a nueve meses. La convocatoria es de un mínimo de cuatro a cinco madres (que pueden llegar a ocho), dado que ofrecen un servicio integral y personalizado. La duración del acompañamiento es de nueve meses, cada 15 días, además de un seguimiento vía WhatsApp.

¿Qué hace y qué no hace una doula?

Principalmente ofrecen un acompañamiento emocional, físico e informativo para mujeres que atraviesan el embarazo, parto y puerperio.

Los encuentros buscan generar una red en donde las mujeres pueden “conectarse con ellas mismas” en un aquí y ahora. Mediante ejercicios de vivencias, exploración e identificación de emociones, buscan que la mujer pueda “volcar” lo que desee compartir en la ronda para que tanto las doulas como el resto de madres, se sostengan una a la otra.

El interés que tenga el grupo de madres, marca una diferencia, dado que cada una va eligiendo lo que le resuena en sus vivencias personales.

La persona que transita la vivencia del embarazo, se encuentran atravesando un gran cambio emocional y hormonal que juega un papel importante en su vida.

Una doula no es partera, médica obstetra o terapista. Tampoco médica, ni realiza procedimientos técnicos, o chequeos de salud.

Simplemente es “una oreja, una mano”, un canal para acompañar tanto a la madre como al padre en un proceso de maternidad.

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