En Jesús María ya hay Uber y se está pensando en una regulación

El Concejo Deliberante está analizando el tema en el marco de un proyecto de ordenanza para mejorar el funcionamiento de taxis y remises.

En la localidad de Villa Allende el municipio avanzó en una regulación de las aplicaciones de movilidad y esto generó que el tema comience a ser de interés en Jesús María, donde, si bien ya hay un par de vehículos que están trabajando con Uber, todavía no es un servicio que se use masivamente.

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La concejal oficialista Cecilia Capellino está trabajando hace algunos meses en modificaciones a la ordenanza que regula el funcionamiento de los taxis y remises de la ciudad, en base a un pedido de los mismos permisionarios, que están solicitando que la tramitación sea más simple.

Otro de los puntos que incluirá esta normativa será la unificación de ambos servicios y una mayor extensión en sus licencias, que en la actualidad deben ser renovadas anualmente.

Si bien esto no incluye la regulación de aplicaciones de movilidad como Uber, es un tema que se va a abordar en el marco de la Mesa de Transporte, que reúne a representantes de los distintos permisionarios, concejales e integrantes del Ejecutivo.

Capellino sostuvo que la idea es poder darle la posibilidad a taxistas y remiseros para que trabajen, paralelamente, usando las aplicaciones de movilidad. Esto quiere decir que seguirán teniendo el reloj para cobrar la tarifa única establecida y, a la vez, hacer viajes usando el esquema de “tarifa dinámica”.

La edil consideró que esto podría hacer que el servicio sea más económico y eficiente para los vecinos, pero también advirtió que no se avanzará en ningún punto que no esté consensuado con los transportistas.

Actualmente, el servicio de taxis y remises está atravesando un momento difícil, dado que las tarifas se elevaron fuertemente pero el nivel de ingresos de la gente que los utiliza no se actualizó en la misma medida.

Alberto, un remisero que lleva más de 20 años en el sector, afirmó: “Antes se trabajaba bien hasta el día 20, pero ahora después del 15 –del mes- los viajes bajan un montón”.

Ante esta situación, Capellino está intentando conjugar las dos modalidades y que esto no sólo sea un beneficio para la gente, sino para los propios conductores, que tendrán otra posibilidad de conseguir pasajeros.

Dijo, además, que, si bien aún no hay una regulación de Uber y otras aplicaciones similares en la ciudad, el municipio sí puede exigir las condiciones que deben cumplir los vehículos y los trabajadores del volante para poder operar.

A su vez, consideró que el control más importante lo hacen los propios pasajeros, dado que las aplicaciones permiten calificar el servicio y esa es la mejor manera de limitar cualquier tipo de exceso o irregularidad.

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