Jesús María quiere generar 20 puestos laborales para personas con discapacidad
Es a través de un proyecto con el Taller Protegido Corazones Unidos, que tiene 26 años de trayectoria en la ciudad. La intención es abrir una cafetería, que se sumará a las actividades que ya realiza la institución
Este martes por la mañana, la Municipalidad de Jesús María presentó el resultado de un trabajo que vienen realizando a través de la Agencia de Desarrollo Económico junto al Taller Protegido Corazones Unidos.
La institución tiene 26 años de labor ininterrumpida conteniendo a personas con discapacidad, brindando formación y ofreciendo una fuente laboral rentada a través de su fábrica de pastas y panificados.
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Después de varios meses, se logró la elaboración de un nuevo logo para el Taller, pero también se llegó a la conclusión de que era necesario hacerlo crecer.
Todo dentro de un programa denominado “Innovadores Locales”, que se fijó como primer objetivo la renovación de la institución para poder darle un nuevo impulso productivo.
A mediano plazo se proyecta la apertura de “Café al Corazón”, que será la primera cafetería atendida íntegramente por personas con discapacidad en todo el Norte de Córdoba.
Para ello utilizarán un sector del edificio del taller y se iniciará un proceso de capacitación e incorporación de nuevos empleados.
Actualmente Corazones Unidos está integrado 20 personas con distintas discapacidades entre los operarios de la fábrica de pastas, pero aspiran a poder hacer dos turnos, por lo que sumarían otros 20 empleados.
La inversión para darle vida a este proyecto rondaría los 30 mil dólares y el intendente Federico Zárate anticipó que el municipio ya prevé una partida presupuestaria específica para el 2025, pero también solicitó la participación de algunos privados. Es una iniciativa que no sólo requiere una gran envergadura económica, sino también un fuerte compromiso social.
El jefe comunal hizo hincapié en la necesidad de generar oportunidades laborales para un colectivo que es muy importante para la ciudad.
Irene Pozo es la coordinadora del Taller y agradeció esta enorme oportunidad que surgió desde el municipio, porque no sólo permitirá el crecimiento de la institución, sino que también visibiliza una problemática de la discapacidad en la adultez.
Hay una infinidad de programas de contención para los niños con algún tipo de capacidad reducida, pero no ocurre lo mismo en las otras etapas de la vida.
Por eso, que el Taller Corazones Unidos se convierta en un espacio de preparación e instrucción para que puedan incluirse en el mundo laboral, sería un enorme paso para muchísimas familias.
“Queremos que las empresas privadas confíen y apuesten, ya que la incorporación de una persona con discapacidad en un ámbito laboral mejora el ambiente de trabajo”, afirmó Pozo.
Ella ingresó como acompañante terapéutica de uno de los integrantes del Taller en 2017, pero a partir de allí comenzó a involucrarse en la vida institucional hasta convertirse en la coordinadora, sucediendo a Elba Zapata, que fue la fundadora de la entidad.
En sus comienzos hacían trapos de piso y luego viraron hacia el rubro gastronómico, hasta contar en la actualidad con una sede propia y una fábrica que provee a algunos supermercados de la zona y tiene su venta al público propia.