La Soledad en el Festival: “No quiero estar arriba de un escenario por necesidad”
La artista se mostró atravesada por el paso del tiempo y por nuevas inquietudes que van más allá del escenario, relacionadas a su vida personal. Planifica sus treinta años de carrera y tiene en mente muchos proyectos, colaboraciones y propuestas que involucran nuevas formas de acercarse al público.
La tercera noche del domingo, fue una de las más convocadas en lo que va la grilla del Festival Nacional de Doma y Folklore. Una de las estrellas de la noche fue “la gringa”, Soledad Pastorutti, quién se abrió francamente y se remontó a sus recuerdos para hablar del año 98, donde debutó por primera vez en el anfiteatro con tan solo 17 años.
Durante toda la entrevista, La Sole se mostró atravesada por un momento de introspección en su vida. Recordó “que hacía mucho calor” y que le dieron una “remera amarilla con el nombre del Festival”, ante la masividad que convocó “no entendía nada” de lo que le estaba pasando. Introdujo este recuerdo “icónico”, para aclarar que cantar en el Festival, le permitió dejar sentado un precedente con su nombre, que ni ella misma pudo superar hasta el día de hoy.
Advirtió que se encuentra en una etapa de su vida en la “que el reloj no espera”. Consideró que sus cuatro décadas la posicionan “en la mitad de su vida”, por lo que para ella es necesario no solo quedarse con “el vacío del éxito escenográfico” sino con valores como la familia, salud, compromiso y padres.
“ En la vida uno no decide lo que sucede, pero si decide qué hacer con eso que sucede”, expresó La Sole. Desde su juventud, decidió que su futuro era un escenario, no obstante, reconoció que a futuro, no quiere hacerlo por necesidad, más aún, si el cuerpo y el arte no la acompañan. En este sentido, hizo mención a que muchos artistas del género folklórico tienen que estar de grandes brindando espectáculos para poder sobrevivir.
“Hoy, uno brilla y parece que sos la reina de los festivales, pero mañana todo vuelve a comenzar”, agregó.
La Sole confesó estar nerviosa al asistir a la edición 58 del Festival con una propuesta diferente para el público, alejándose de los clásicos “que todos cantan” y poniendo en el escenario temas alternos.
“Vine a Jesús María a disfrutar, sabiendo que es un festival que me quiere, que me respeta mucho y que todos los años me tiene en cuenta. Estoy segura que soy una de las primeras en recibir el llamado del festival, completó.
¿Por qué no revoleó el poncho La Sole?
La artista confesó que en una época dejó de hacerlo porque se decía que “ lo único que hacía era revolear el poncho”. Por ello, con su carácter de gringa, decidió dejar dicha acción durante dos años y hasta el día de hoy lo aplica en momentos en los que lo considera necesario.
“Hoy no lo hice porque no lo sentía necesario. Creo que hay canciones que quiero guardar para este festejo que quiero preparar. Para cantarlas con gusto y porque el show hoy, no pasó por ese gesto, que se lo robe a la gente y que es del público, de la cancha, un gesto bien argentino”, explicó.
Los proyectos de La Sole
Su jovialidad corre por sus venas y la artista planifica importantes proyectos musicales para su carrera. Uno de los más centrales, tiene que ver con el aniversario de sus treinta años de carrera musical, que en palabras de la artista “amerita que sea muy grande”.
Además contó que realizó muchas colaboraciones con artistas de otros géneros, como Rafaga, Benjamin Amadeo y muchos más. Próximamente, tiene la intención de seguir componiendo y convocar a artistas para colaboraciones, dado que cómo nuevos desafíos, le gusta “ recorrer caminos que no sean cómodos” para su carrera.
La cantante convive con una etapa de su vida, en la que ve el tiempo correr y pone manos en marcha por vivir su vida a pleno. Para inspirarse en sus composiciones, confesó que viaja, lee libros y dedica tiempo a su guitarra durante las mañanas, con un mate amargo “Como un ejercicio”, considera que son hábitos diarios que le ayudan en la producción propia de canciones.