Columna: Es obligatorio que rompamos la grieta por los jubilados
(Audio) Son, quizás, el eslabón más vulnerable de la sociedad y están atravesando una situación difícil. Una más, porque siempre fueron el último orejón del tarro, para todos los gobiernos. En eso, no hay distinción de banderías políticas. Todos los perjudicaron, todos los olvidaron. Pero en la actualidad hay una naturalización de la crueldad que realmente debe hacernos reaccionar.
Con mucha suerte, todos vamos a llegar a ser jubilados, más temprano que tarde. Tener hoy la fortuna de estar en los 20, o en los 30, no nos habilita a pensar que este presente se quedará así para siempre.
Llegar a viejo en un país como la Argentina, es muy triste. Para la sociedad uno se vuelve poco menos que un estorbo y la experiencia tiene menos valor que la palabra empeñada, que hace rato dejó de cotizar en bolsa.
Hoy los jubilados están atravesando un momento muy difícil y decidieron salir a la calle y reclamar eso que debería ser una bandera que nos una a todos: que tengan ingresos dignos, que les permitan afrontar la última etapa de la vida con una sonrisa en el rostro y no con las tripas con ruido.
Esto no sólo es obra y arte del presidente Javier Milei, que, admitamos, tiene una mirada bastante despectiva sobre la vejez. Esto es una consecuencia de años de destrato a la clase “pasiva”, mote que es un horror total por donde se lo mire.
Años en que nunca les reconocieron el esfuerzo, los años de aporte y mucho menos el compromiso que tuvieron con el país. Todos los gobiernos fueron iguales. Con matices, sí, es cierto, pero ninguno logró resolver la situación de fondo.
Nuestros jubilados siguen esperando que la sociedad los mire, los reconozca y los defienda.
Un presidente, así como viene se va. Un padre, una madre, un abuelo, una abuela, aunque se vayan, siempre van a estar ahí para nosotros.
Mensajes: 3525-312003
Foto: Agencia EFE