Una expedición a 30 años de historia de la Planta Arcor Chocolates
El día que la inauguraron, aseguran los que estuvieron allí, llegó en helicóptero el mismísimo Carlos Saúl Menem. Su instalación fue de un impacto enorme en la región y, hasta hoy, sigue siendo el mayor empleador de la zona. Es la fábrica más grande que la multinacional cordobesa tiene en la Argentina. En esta nota te contamos algunos de los datos salientes de lo que se hace en Colonia Caroya.
El pasado jueves, Arcor Chocolates decidió invitar a un grupo de periodistas para visitar y recorrer su planta de Colonia Caroya, que en el mes de mayo cumplió 30 años. Esto coincide con los 40 años de “Bon o Bon”, la golosina que transformó a la empresa en un verdadero emporio multinacional.
El Gerente de Planta, Darío Martín, el Gerente Industrial, Darío de la Vega y el Gerente de Desarrollo, Sergio Guida, fueron los anfitriones de este encuentro histórico, ya que no es habitual que la firma tenga este tipo de intercambios con la prensa, pero la idea es poder cambiar eso hacia el futuro.
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La planta fue inaugurada en el mes de mayo de 1994 y en su apertura estuvo el mismísimo presidente Carlos Saúl Menem, que llegó en helicóptero al predio, que actualmente cuenta con más de 30.000 metros cuadrados cubiertos.
Tiene en total 15 líneas de producción y se elabora una gama de 170 productos, alcanzando una capacidad máxima de 47.000 toneladas al año.
El producto estrella, por lejos, es el Bon o Bon, que se exporta a más de 60 países en distintos sabores, pero manteniendo el sabor tradicional que lo caracteriza.
Actualmente, en Arcor Colonia Caroya se fabrican 2.500.000 “Bon o bones” por día, lo que es una verdadera monstruosidad, pero habla de lo afianzado que está su consumo.
La planta cuenta con 648 operarios que tienen, en promedio, 45 años de edad y 22 años de antigüedad, ya que se valora mucho la experiencia a la hora de trabajar con líneas de producción que son de alta complejidad y que, de a poco, van incorporando la tecnología “4.0”, es decir, la inteligencia artificial en todos los procesos.
El porcentaje más importante del negocio “chocolates”, como se lo denomina puertas adentro, es la tableta, que se lleva el 40% de la producción, seguida por los bombones, con un 17% y los baños de repostería con un 13%. Las obleas siguen de cerca en el cuarto puesto, con un 12% del porcentaje total.
El 75% de lo que se produce en la planta de Colonia Caroya se destina al mercado interno y el restante 25% a la exportación, llegando a una veintena de países.
Cabe destacar que Arcor participa del negocio de los chocolates desde el año 1970 y cuenta con siete unidades industriales. Dos de ellas en la Argentina –la otra fábrica está en San Luis-, y las demás en Brasil (Braganza Paulista), Chile (Santiago), Perú (Chancay), México (Toluca) y Angola (Luanda).
La compañía es líder en el mercado argentino y es la única que tiene presencia en todas las categorías.
En los últimos meses Arcor lanzó diferentes productos con altos porcentajes de cacao, que van del 60 al 80 por ciento, con agregados de almendras y naranjas, que salieron al mercado con las marcas Cofler y Águila.
A su vez, también se están presentando bombones con rellenos de avellanas, frutilla y dulce de leche, que son una verdadera exquisitez.
Arcor es una multinacional que comenzó en Arroyito, Córdoba, casi como un emprendimiento de amigos, pero su crecimiento no se detuvo nunca, con una gran diversificación de negocios, desde el packaging hasta los agronegocios, con una red de 45 plantas industriales y más de 21.000 empleados, tejiendo alianzas con enormes conglomerados como Coca Cola, Bimbo, el grupo francés Danone, Mastellone-La Serenísima y hasta los laboratorios Bagó.
Su balance de 2023 arrojó ventas netas por 2.400 millones de dólares.
Durante la visita se hizo una recorrida completa por los cuatro sectores internos de la planta caroyense y los periodistas invitados pudieron observar todos los procesos de fabricación de algunos de los productos emblema de la firma, como Rockets, Bon o Bon y chocolate Block.
Consultados por Noticias Jesús María sobre la incidencia de la empresa como formadora de precios de los alimentos en la Argentina, todos los directivos presentes relativizaron el “mito”, advirtiendo que, si ellos elevaran los precios por encima de la competencia, la gente no compraría los productos.