Fue locutor del Festival de Doma y Folklore y ahora es cartonero
“Lucho, aunque muerto en vida, pero soy honesto y hago patria”, escribió en sus redes sociales Ariel Gutierrez, quien fue presentador de la fiesta gaucha más grande de Latinoamérica hasta el 2017. Hablamos con él.
Con una imagen que lo muestra trabajando como cartonero, el ex presentador del Festival de Doma y Folklore de Jesús María, Ariel Gutierrez, irrumpió en las redes sociales hace un par de días y generó revuelo.
Muchas personas lo saludaron y recordaron aquellos días en que era el encargado de anunciar los artistas en el escenario Martín Fierro, junto a leyendas de las tablas como Don Luis Oscar Aisa y Carlos Franco.
“Enero en la piel y trabajando, gracias por recordarme y seguirme; si preguntan, soy reciclador o cartonero”, escribió en su posteo.
Y agregó: “Lucho, aunque muerto en vida, pero soy honesto y hago patria”.
Pudimos contactarlo y le consultamos por su actualidad. Recordó sus días de gloria y contó que actualmente ya casi no trabaja como locutor, pero cada mes de enero es una verdadera pesadilla para él.
En el año 2017, la Comisión Directiva del Festival de Doma y Folklore decidió no volver a contratarlo como presentador, y a partir de allí comenzó a trabajar con una empresa de publicidad callejera de Villa María -donde vive actualmente-, pero con el tiempo y por las cíclicas crisis económicas del país, el negocio dejó de funcionar.
“Nos quedemos sin trabajo, mucha gente se ha quedado sin trabajo, no soy el único que padece la situación económica del país, pero siempre dije, hay que reinventarse, si no sos locutor podés desempeñarte en otra área”, comentó.
Él no sólo es locutor nacional con carnet, sino que, además, tiene un título como licenciado en márketing.
Muchos festivales del interior que habitualmente lo convocaban dejaron de hacerlo por cuestiones de presupuesto y así su carrera en los escenarios se fue apagando.
Gutierrez comenzó a dedicarse al reciclado en 2019 y desde entonces trabaja recolectando cartón y otros materiales que pueden ser reutilizables. Tiene dos hijas y acaba de vender su auto para que ellas se compren dos más pequeños para ir a trabajar.
El mes de enero no pasa inadvertido en su vida, porque le vienen los recuerdos de esas memorables noches de color y coraje, compartiendo aquellas poéticas presentaciones junto a Carlos Franco, Luis Oscar Aísa, Félix Gigena Luque o Juan Germán, que marcaron un antes y un después en los festivales.
Cuando le dijeron que no iban a convocarlo más, le argumentaron que fue por una cuestión de cambio generacional, pero Ariel no está convencido de que ese haya sido el verdadero motivo.
De todas maneras se mostró muy prudente y agradeció por todo lo aprendido en el Festival de Doma y Folklore, aunque no pierde las esperanzas de que alguna vez vuelvan a llamarlo, al menos para reconocer sus años de trabajo en esos micrófonos.
“Mi vida cambió notablemente, extraño mucho y sigo extrañando las noches de Jesús María, no puedo aceptar, no puedo entender, no cave en mí, por qué estar fuera si yo, de hecho, nunca tuve inconvenientes con nadie, desarrollé mi tarea en tiempo y forma”, expresó al borde de la emoción.
Durante muchos años ni siquiera podía pasar por el frente del Anfiteatro, pero en 2023 fue al lanzamiento de la 58° Edición, invitado por El Negro Videla, pero no hubo posibilidades de tener un acercamiento con las autoridades de la Comisión.
Él llegó al Festival en 1989, después de pasar por un proceso de selección y, con el tiempo, fue ganando protagonismo en el escenario. Incluso estuvo en la celebración del medio siglo de la fiesta.
Lejos de renegar de su nueva vida como cartonero, Gutierrez quiso enviarle un afectuoso abrazo a todas las personas que se acuerdan de él y le enviaron mensajes con mucha buena energía a través de las redes sociales.
Aunque prefirió no explayarse sobre los nuevos locutores del Festival, deslizó que, en su opinión les falta prosa a la hora de las presentaciones y conocer más sobre el artista que va a ingresar al escenario.
Ariel Gutierrez es muy recordado en Jesús María porque no sólo era el locutor de la fiesta, sino que, además, trabajó durante años en las radios locales y tenía un contacto muy cercano con la gente.