Productores del Oeste cordobés acorralados por la sequía

La escasa cantidad de lluvias de los últimos meses, muy por debajo del promedio, pone en riesgo el ganado, que no tendrá pasturas para subsistir durante el invierno.

Muchas de las entidades ruralistas del arco Noroeste de Córdoba manifestaron su preocupación por la situación que atraviesan los productores de los departamentos del Oeste, incluyendo el valle de Traslasierra.
El Diputado Nacional Luis Picat, que fue presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, se reunió con algunos referentes para intentar colaborar.


San Javier, Pocho y San Alberto, son algunos de los departamentos más afectados por la sequía.
En general, estos sectores tienen un promedio de 700 milímetros anuales de lluvia, pero este año no alcanzaron los 500 milímetros, con varios meses consecutivos sin precipitaciones.
Picat explicó que cada uno de los productores de la zona tiene entre 35 y 60 animales, con lo cual, se trata de una economía de subsistencia. Sin pasturas, los animales no sobrevivirán.


Al respecto, el productor Emilio Lioni, contó que ellos están en la zona de la Pampa de Pocho, una planicie situada unos 1180 metros sobre el nivel del mar. “La crisis hídrica es tremenda”, definió.
Precisó que se quedaron sin reserva ganadera para los rodeos de cría y que los animales sólo están pastando los rebrotes que surgieron luego de las lluvias de febrero.
Al panorama desalentador se sumó la helada anticipada del año pasado, que complicó aún más los cultivos que son utilizados como forraje.


Las pasturas no se recuperaron, por lo que el ciclo quedó incompleto y muchos productores deben deshacerse de sus animales a un precio vil.
Una vaquillona que cotiza en el mercado a 150 mil pesos en pie, se está rematando a 50 o 60 mil pesos, porque de otra manera se perdería.


La sequía extendida dejó con los cauces vacíos a los ríos Jaime y Panaholma, que son las dos fuentes principales de agua de los campos ubicados en el Oeste cordobés.


“Por más que este marzo sea llovedor, vamos a prolongar el periodo de tener que vender los animales. Después que se acabe esto, en mayo, nos quedamos sin nada de pasto y en las sierras está faltando el agua”, afirmó.
Y añadió: “Al animal que se muera no lo va a poder recuperar, pero lamentablemente la gente se tiene que empezar a desprender de la hacienda porque va a ser un invierno muy largo”.


Picat está intentando articular convenios con productores de otras zonas más favorecidas por el clima para trasladar parte de la hacienda y mantenerla allí con una buena alimentación, evitando lo que de seguro será una verdadera catástrofe económica para los ganaderos serranos.

A eso, el Diputado Nacional le sumó la responsabilidad del Estado Provincial en cuanto a la falta de infraestructura en toda la región, con caminos sin mantenimiento, falta de redes eléctricas y de comunicación.

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